La ruta de Cuenca comprende 349 kilómetros, un viaje de 11 paradas donde tendrás la oportunidad perfecta para disfrutar de naturaleza y cultura a partes iguales. El inicio de esta travesía dividida en dos etapas se encuentra en Tarancón, para finalizar al día siguiente en Cuenca capital, donde te esperan sus Casas Colgadas y el Casco Histórico con una de las mejores vistas de Castilla-La Mancha.
- Etapas: Tarancón - Cuenca
- Kilómetros: 349 km
- Duración: 2 días
- Paradas: 11
Tarancón - Cuenca
Etapa 1
- 1. Tarancón
- 2. Úcles
- 3. Parque Arqueológico de Segóbriga
- 4. Buendía
- 5. Cañamares
Etapa 2
- 6. Beteta
- 7. Tragacete
- 8. Uña
- 9. Ventana del Diablo
- 10. Las torcas de Palancares
- 11. Cuenca
1. Tarancón
- Iglesia de nuestra Señora de la Asunción (s. XV).
- Arco de la Malena (s.XI).
- Palacio del Duque de Riansares
La ruta de Cuenca arranca en Tarancón, un lugar tranquilo con calles vestidas de piedra. En la parte alta encontrarás la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, a la que se puede acceder a través del Arco de la Malena.
El Arco de la Malena es uno de los monumentos más importantes de Tarancón, se trata de la puerta de entrada de lo que en su día fue un complejo amurallado.
2. Úcles
- Monasterio de Uclés (s. XVI).
- Fuente de los Cinco Caños.
Para continuar esta segunda etapa viajarás a Uclés. Es un pueblo conocido por su monasterio, que invita a un paseo por los alrededores en busca de esta construcción declarada Bien de Interés Cultural. Es recomendable acercarse y disfrutar no solo de sus vistas, sino, también, de su historia.
El Monasterio de Uclés, conocido como El Escorial de La Mancha, parece un castillo porque en gran medida lo es. Por una parte es convento y por la otra castillo, fue casa madre de la Orden Militar de Santiago.
3. Parque arqueológico de Segóbriga
- Anfiteatro romano.
- Teatro romano.
- Termas monumentales.
- Acrópolis.
Segóbriga es una de las ciudades romanas de Hispania que ha podido conservarse hasta nuestros días con una apariencia cuidada, gracias a que durante mucho tiempo permaneció enterrada. Es una visita que te trasladará a los tiempos de esplendor de este municipium romano en tiempos del emperador Augusto.
Con una posición estratégica, Segóbriga era un punto de paso obligatorio entre Cartago Nova y Toletum. Su historia, la riqueza del suelo, la minería y su agricultura fueron causa de su desarrollo y esplendor.
4. Buendía
- Ruta de las Caras.
- La Tercia.
- Ermita de la Virgen de los Desamparados.
Antes de finalizar la primera etapa de la ruta de Cuenca llegarás a Buendía, un pueblo agradable, tranquilo e ideal para hacer una parada, estirar las piernas y coger fuerzas. Descubrirás una ruta singular a través del bosque, firmada por los escultores Eulogio Reguillo y Jorge J. Maldonado.
La Ruta de las Caras se encuentra en Las Caras de Buendía, un paraje natural lindante con el Pantano de Buendía. A lo largo de este paseo encontrarás alrededor de 20 esculturas y bajorrelieves que seguro te impresionarán.
5. Cañamares
- Playa de Cañamares
El final de esta etapa es Cañamares, un trayecto en el que descubrirás la Presa del Pantano de Buendía. Un lugar especial para admirar la altura a la que te encuentras, desde donde podrás contemplar el horizonte y hacer alguna fotografía. Tras un recorrido rodeado de naturaleza, llegarás a Cañamares; un pueblo fundado en la Baja Edad Media que en otoño tiene una estética traída de otro mundo.
Un paseo por su playa te ayudará a estirar las piernas, respirar aire fresco y disfrutar de un silencio sólo roto por el canto esporádico de algún pájaro.
6. Beteta
- Castillo de Rochafrida (s. XIII).
- Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la
- Asunción (s. XVI).
- Real Sitio de Solán de Cabras.
Para empezar la segunda etapa llegarás a Beteta, donde durante el trayecto verás cómo paredes de hasta 80 metros de altura flanquean la carretera: estarás circulando por lo que en el pasado fue un cauce fluvial. En este pueblo encontrarás el Castillo de Rochafrida, construido sobre una obra musulmana que, a pesar del deterioro de los siglos, aún conserva ciertas estructuras y unas vistas envidiables.
Este castillo de origen musulmán pasó a manos cristianas tras la batalla de las Navas de Tolosa en 1212. Pero su importancia no lo es tanto por su arquitectura como lo es por su influencia literaria, ya que en torno al castillo se encuentran los romances más antiguos del medievo; “Rosaflorida” y “Fontefrida”.
7. Tragacete
- El Molino de la Chorrera
- Plaza Mayor
Tragacete es un pequeño pueblo de parada obligada ya que, además de la plaza mayor de arquitectura popular serrana, allí se encuentra el Molino de la Chorrera, que suele ser considerado como el nacimiento del río Júcar. Regálate un descanso y contempla este peculiar paraje.
Lo encontrarás a poco más de dos kilómetros del pueblo, siguiendo el camino paralelo al río Júcar. Andando tardarás media hora, pero en moto podrás estar ahí en unos 6 minutos.
8. Uña
- Laguna de Uña
Uña, con apenas 100 habitantes, se encuentra a menos de 40 kilómetros de Cuenca. El recorrido hasta esta parada es agradable y suave; descubrirás hoces y gargantas que adornan cada uno de los tramos que te llevarán a la Laguna de Uña, declarada Refugio de la Fauna en 1988.
Su mirador es el lugar perfecto para admirar las líneas dibujadas por el agua hace miles de años, donde podrás descansar un rato antes de volver a coger la carretera.
9. Ventano del Diablo
A dos paradas del final de la ruta de Cuenca descubrirás una de las hoces que forma el río Júcar, donde se encuentra el Ventano del Diablo. Pese a la creencia popular, no se trata de una cueva, sino de un refugio natural frente al temporal que surge como consecuencia de la erosión de la roca.
Desde su posición podrás contemplar cómo el río se abre paso entre montañas mostrando su característico color turquesa.
10. Las torcas de Palancares
La penúltima parada del viaje es Las Torcas de Palancares. Un paraje con antiguas cavernas cuyos techos se desplomaron y formaron estos inmensos agujeros en el suelo. Hay 22 torcas repartidas por todo el paraje, y cada una tiene su propio nombre.
Aquí encontrarás diferentes formaciones geológicas y árboles con una antigüedad de cientos de años. Además, si tienes suerte, es posible que veas halcones o águilas reales, ya que anidan en escarpes y hoces. También podrás encontrar topillos, murciélagos y varias especies de mariposas exclusivas de esta zona.
11. Cuenca
- Casco Antiguo.
- Casas Colgadas.
- Puente colgante.
- Museo de las Ciencias.
- Museo de la Paleontología.
Finalmente llegarás a Cuenca, la última de las paradas de esta aventura. En lo alto de la ciudad encontrarás su Casco Histórico, desde cuyo puente tendrás unas vistas espectaculares. El cerro rocoso, sobre el que se asienta la parte antigua de Cuenca, está rodeado por las hoces del río Júcar y el río Huécar.
Entre otros puntos de interés, merecen especial mención el Puente Colgante, el Museo de las Ciencias, el Museo de Paleontología y, por supuesto, las Casas Colgadas.